López Valdivia María Guadalupe
30/05/2016
“la
profesión docente y la comunidad escolar: crónica de desencuentro”
Esta
lectura tiene varios puntos importantes que vale la pena rescatar el autor comienza
hablando sobre el papel de los padres de familia en la vida escolar de sus
hijos, a ellos les pertenece un lugar muy importante para gestionar la
educación de sus hijos, en la actualidad
se observa que en lugar de aumentar su participación desciende, no saben que
pueden ganar con su presencia en el consejo, siempre tratan de solucionar el
problema cuando ya ocurrió, pero no existe una reflexión sobre qué hubiera
pasado si estuvieran siempre al pendiente, quizás el problema no se hubiera
presentado, menciona que la elección de centro y participación en la gestión no
son contradictorias, ambas requieren el compromiso y responsabilidad.
Sin embargo no se culpa específicamente a los
padres, muchas veces los avisos dados a los alumnos no llegan al destino, las
horas en que se cita a los padres son inconvenientes, y los propios alumnos de por si son bastante problemáticos,
y arrastran consigo una serie de dificultades aunque cabe mencionar que también
existe un grado de desinterés o por lo menos falta en los padres de familia, ya
sea por supuesto falta de tiempo o dificultades externas, lo que suele pasar
mucho en las escuelas públicas es que no se asume que los papas tienen los mismos
derechos que en una escuela privada, piensan que por que no pagan, no tienen
derecho a protestar.
Destaca también 4
tipos de actividades, las extramurales realizadas fuera de la escuela pero
integradas al currículo bajo el control de los profesores, las extracurriculares
organizadas por la escuela misma que no forman parte de la enseñanza
reglada bajo control también de los
profesores y las extraescolares promovidas
de manera autónoma por los padres y en por último lugar, los servidores
complementarios cuya necesidad no es
formativa pero atiende las necesidades
derivadas de la función asignada por la escuela.
La propuesta del
autor es dar paso a la escuela abierta, donde no se necesita que los alumnos estén sentados, y las actividades
extraescolares ayudan a salir de lo común también son una forma de prolongar el horario
de los niños y jóvenes dentro de la escuela , los centros públicos tienden más
a dejar estas actividades en mano de los
padres de familia, puesto que los profesores tienen pocas ganas de ocuparse de
ellas, y en los privados los organiza el centro aunque los padres tengan que cubrirlos
económicamente.
Las escuelas se
han convertido en guarderías donde los padres depositan a sus hijos cuando no
pueden atenderles, se produce una
demanda entonces, para atender a los niños más tiempo y surge un conflicto los
profesores piensan que su deber es enseñar
no cuidar a los alumnos. Se necesita lograr un equilibrio dentro de la
escuela donde tanto padres como profesores y alumnos tengan gestión y autonomía
para lograr una mejora.
Bibliografía
Ferenandez, M. (s.f.). la profesio docente y la
comunidad escolar. Morata.
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