miércoles, 6 de julio de 2016

reporte de la película La lengua de las mariposas

La lengua de las mariposas
María Guadalupe López Valdivia
06/07/2016
En la película se observa la influencia de la iglesia en la vida cotidiana de las personas, la historia se desenvuelve en el año de 1936 aproximadamente, Don Gregorio enseñará a Moncho con dedicación y paciencia toda su sabiduría en cuanto a los conocimientos, la literatura, la naturaleza y todas las cosas que eran necesarias de conocer. Pero  en la historia la amenaza política subsistirá siempre, especialmente cuando Don Gregorio es atacado por ser considerado un enemigo del régimen fascista. Así se irá abriendo entre estos dos amigos una brecha, traída por la fuerza del contexto que los rodea. La política y la guerra se interponen entre las personas y desembocan, indefectiblemente, en la tragedia.
El profesor se muestra aparentemente como un maestro igual al que todos conocían en esa época (gruñón, enojón y ante cualquier mal comportamiento del alumno la consecuencia era un castigo físico). El primer día que llega Moncho (niño que protagoniza el personaje principal) a la escuela el maestro apoya los insultos que le hacen los compañeros al momento de llamarlo “gorrión”, es así como en consecuencia el niño corre perdiéndose en el bosque hasta el anochecer cuando lo encuentra su hermano Andrés. No obstante el docente se presenta en la casa del niño al día siguiente para expresarle sus disculpas e invitarle a que vuelva a la escuela. Situación que muestra los valores con los que contaba el maestro para con sus alumnos.
En la escuela el docente mostraba temas de interés sobre cosas que los niños no conocían, fomentaba la participación, mostraba respeto y dedicación a lo que hacía, elaboraba investigaciones en las que llevaba a los niños al campo para que ellos experimentaran, gestionaba  materiales para apoyo de sus actividades, como en el caso del microscopio. Pero sobre todo era diferente a los docentes de la época debido a que el no recibía “sobornos” a cambio de brindarles a los niños educación debido a que consideraba su trabajo como una vocación. Me fue muy interesante la manera en que atendía a los alumnos con temor de manera personificada hasta el momento en que creía estaban listos para su integración al grupo.

Brindaba a los alumnos herramientas que les llamaban la atención para favorecer el ambiente de clase tales como la red de pesca de mariposas. No gritaba a sus alumnos, utilizaba estrategias en las que solo se quedaba callado y continuaba no sin antes decir “gracias” cuando los alumnos ya habían guardado completo silencio. Fomentaba el respeto con los alumnos y atendía a la disciplina sin la necesidad de sanciones. Se preocupaba por la salud y bienestar de los alumnos. 

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